¿Por qué las mujeres seguimos sin creer en nosotras mismas?

¿Por qué las mujeres seguimos sin creer en nosotras mismas?

Cuando somos niños buscamos siempre la aprobación de nuestros padres. Si durante este periodo, (incluso la juventud) has recibido duras críticas, indiferencia, frialdad o condiciones a criterios tales como: “te querremos si logras…”, un estilo de apego que no es realmente tranquilizador, te sentirás persona poco válida, no tan buena, una persona la cual se dice a sí misma: “si me trataron así… es porque en cierto modo… ¡me lo merecía!’”.

Otras veces nos etiquetan en la familia o en el colegio y con ese San Benito nos coartan nuestro crecimiento y potencial.

Las mujeres tenemos una herencia histórica y social en la cual hemos sido criadas durante siglos en la fragilidad, bajo la dominación masculina. Confinadas al ámbito privado: a cuidar de nuestras familias, casarnos, tener hijos. Sometidas por la sociedad a unos cánones de belleza y rendimiento a la perfección. Internalizando por nosotras estos estereotipos.

A pesar de que las cosas han cambiado sobre todo en los últimos cincuenta años, los clichés tardan en morir, están casi escritos en nuestro ADN; el papel de las creencias educativas y parentales ayuda a mantener la inseguridad crónica en las mujeres.

A diferencia de los hombres a las mujeres nos cuesta mucho más creer en nosotras mismas.

¿Por qué las mujeres seguimos sin creer en nosotras mismas?

Solemos carecer de confianza en nosotras tanto a nivel personal, familiar o profesional.

Si, no eres la única. Tu, yo y aún mujeres con gran renombre como Angela Merkel, Michel Obama o Madona también desconfiaban y en cierta manera NO creían en ellas mismas.

EL OBJETIVO ES SABER CÓMO CONTROLAR ESTOS PENSAMIENTOS Y CREENCIAS PARA PODER DISFRUTAR LA VIDA SIN MIEDO, SINTIENDO QUE

SI somos merecedoras de nuestros éxitos personales y laborales.

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Entonces, vamos a por ello.

Por lo general lo padecemos más las mujeres que los hombres. Para obtener un puesto de responsabilidad, en general, un hombre se posiciona como experto y aprende después. No hay escrúpulos; más bien tiende incluso a sobrestimar sus capacidades y su rendimiento. Por el contrario, la mayoría de las veces, una mujer habrá reflexionado mucho antes de lanzarse, de enviar su currículum o manifestar su interés por el puesto. Luego deberá sentirse sumamente ‘preparada’ para atribuirse a sí misma tan solo el derecho de atreverse a solicitarlo.

¿Por qué las mujeres seguimos sin creer en nosotras mismas?

CUANDO SE INSTALA LA DUDA EN LA MENTE, EMPIEZA EL TRABAJO DE MACHACARNOS, AUN CUANDO LA MUJER ESTÁ MUY CUALIFICADA.

La idea de no merecer totalmente el puesto de responsabilidad que desea u ocupa, debérselo a la suerte, sufrir un miedo persistente a ser descubierta y la juzguen como un fraude, hará perpetuar estas creencias limitadoras.

En la actualidad, aunque las estadísticas continúen mostrando que las chicas sacan mejores notas:

  • ¿Por qué a las chicas les sigue faltando confianza en sí mismas?
  • ¿Por qué en el colegio cuando suspenden u obtienen bajas notas, los chicos piensan que «el examen era muy difícil» y por el contrario las chicas creen que no han estudiado lo suficiente?
  •  ¿Por qué las mujeres seguimos sin creer en nosotras mismas?
  • ¿Por qué  una gran parte de mujeres sienten que son un fraude en su trabajo y que sus éxitos son solo fruto de la buena suerte?

Todo esto provoca una falta de autoestima que te lleva a dudar constantemente de tu potencial, además influirá profundamente en su desarrollo personal y profesional. Consecuencia de ello nace en la fémina un sentimiento de impostora pues tiene la impresión de no merecer su éxito, el cual atribuye a la suerte o al azar. Casi nunca a sus propios méritos. Esto se conoce como el síndrome de la impostora.

El problema, es que este síndrome puede durar toda la vida. Es un sentimiento paralizante, una falta particular de confianza en nosotras por la cual vivimos constantemente con miedo a ser expuestas. La imagen que tenemos de nosotros mismas está distorsionada. Nos percibimos como incompetentes y somos incapaces de interiorizar el éxito.

LA AUTOESTIMA ES LA FORMA EN QUE NOS VEMOS, CÓMO NOS EVALUAMOS, ES LA BASE SOBRE LA QUE REPOSA LA CONFIANZA EN UNO MISMO, ES LA CONFIANZA EN NUESTRAS HABILIDADES Y COMPETENCIAS.

LA AUTOESTIMA ES UN SENTIMIENTO CONSTRUCTIVO EN EL CUAL UNA PERSONA, A TRAVÉS DE CIERTAS ACTITUDES DE INTEGRIDAD, ÉTICA Y APRECIO, ELABORA EL RESPETO POR SÍ MISMA.

Si tienes una baja autoestima, estás por supuesto más expuesto a tener falta de confianza y a sufrir el síndrome de la impostora.

En 1978 las psicólogas estadounidenses Pauline Rose Clance y Suzanne Imes bautizan este fenómeno como “síndrome del impostor” https://es.wikipedia.org/wiki/S%C3%ADndrome_del_impostor

Aclarando que no es un trastorno mental (no forma parte del manual psiquiátrico de trastornos mentales, el DSM-5), sino una forma de pensar paralizadora que solo favorece unas determinadas creencias limitadoras sobre uno mismo.

He de decirte que yo que llevo más de 11 años en el mundo del crecimiento personal, formándome con los mejores en este ámbito a nivel mundial. Trabajo con metodología puntera e incluso soy la única en España certificada en Percepción dermo-optica para la resolución de conflictos; consiguiendo en las personas que asisten a mi consulta una vida mucho más saludable, feliz y en paz. Pues aún muchas veces no creo en mis posibilidades o no confío en todo mi potencial.

Es verdad, soy muy feliz ayudando y acompañando a adultos a transformar y salir de sus bloqueos emocionales, ansiedad, miedos, inseguridades y adicciones. Como encauzan una nueva vida.  Niños con problemas de malas conductas, miedos, inseguridades lo superan y alcanzan una elevada autoestima transformando sus vidas, estudiando de forma más fácil y alcanzando muy buenas calificaciones. Aun así, a veces tengo síntoma de impostora.

Este síndrome, es una combinación de:

  • autocrítica
  • duda de uno mismo
  • miedo al fracaso

unido a unos cambios constantes que nos hacen dudar entre sobrecargarnos de trabajo y procrastinar.

Estas mismas sensaciones y síndrome lo comparto con Michel Obama que en la presentación de su libro “Mi historia” ante muchas personas en una escuela al norte de Londres decía:

“Aún tengo algo de síndrome de la impostora; no se acaba nunca, ni siquiera en este instante en que ustedes me van a escuchar; no me abandona, este sentimiento de que no deberían tomarme en serio”.

La falta de confianza en nosotras mismas es común en muchísimas mujeres. Todas la hemos experimentado en algún momento de nuestras vidas. Especialmente durante los períodos duros o de transición.

A nivel personal, este síndrome de la impostora puede manifestarse como un aborrecimiento de una misma o de nuestro propio cuerpo.                                                                                                                                   Por ejemplo, Si no te amas y alguien te ama, no le crees, no te sientes a su altura y empiezas a pensar que el otro se dará cuenta de su error y te abandonará.  Así, harás todo lo posible, de forma inconsciente, para sabotear la relación y acelerar la separación. Pues NO te consideras DIGNA de esa relación.

NOS METEMOS EN UNA BURBUJA DE PENSAMIENTOS Y SENTIMIENTOS DE VERGÜENZA QUE HACE QUE NO PODAMOS HABLAR DE ELLO CON NADIE, Y POR TANTO QUE NO PODAMOS SALIR DE ELLA.

A nivel trabajo, veces nos exigimos perfeccionismo, trabajamos en exceso, no contamos nuestras horas de trabajo y si tenemos éxito, decimos que es debido a este arduo trabajo, no a nuestras habilidades o saber hacer. Y trabajaremos aún más en la próxima misión, lo que nos conduce al agotamiento.

En ocasiones otra estrategia compensatoria que utilizamos es la de postergar las cosas y autosabotearnos. Y créeme, la utilizamos con mucha frecuencia.

 “Como nos sentimos incapaces de tener éxito, hacemos todo lo posible para fracasar”.

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YA HEMOS IDENTIFICADO ESTE SÍNDROME

¿Cómo superarlo?

Hablar de:

  • lo que nos pasa
  • nuestros sentimientos
  • nuestras inquietudes
  • nuestras limitaciones mentales

es muy liberador y nos permite sacudirnos la culpa que nos hemos impuesto. Entender lo que nos afecta directamente nos ayudará a mejorar y a liberarnos.

En muchas ocasiones hay que limpiar la mente; revisar ciertas creencias limitantes y deshacerse de ellas. Si el sentimiento es demasiado destructivo o pesado, es importante y necesario buscar ayuda.

Para empezar, te propongo anotar todos tus logros, todos tus éxitos en un cuaderno. Así, cuando comiences a perder la confianza en ti, puedas releer tus ‘hazañas’ y darte cuenta de todo lo que has logrado.

También es importante rodearnos de personas buenas, tener mujeres cariñosas a nuestro alrededor y modelos a seguir que nos inspiren y nos potencien.

Cuenta conmigo, estoy encantada de poder acompañarte en tu camino de vida y que tu participes del mío. Puedes ponerte en contacto a través de mi web.

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